Un día en el Santuario Gaia

Cabras del Santuario Gaia

El Santuario Gaia es un refugio de animales considerados de granja. A él llegan animales abandonados, de decomisos de granjas por maltrato animal, rescatados de fincas o lugares en los que vivían un día a día insufrible, animales enfermos e inservibles para la industria ganadera, entre otros muchos casos. A todos ellos, el Santuario Gaia les da una nueva vida llena de felicidad y con los cuidados que necesitan y se merecen.

¿Quiénes son los habitantes del Santuario Gaia?

Al ser un refugio especializado en animales considerados de granja, el Santuario Gaia cuenta hoy por hoy con más de 40 vacas y toros, más de 200 ovejas y cabras y otras muchas gallinas, patos, ocas, cerdos, jabalíes o burros.

Sus habitantes son de lo más variado y se dividen en diferentes terrenos, dependiendo de su especie y necesidades especiales. Los animalitos enfermos que precisan curas o están en rehabilitación son separados del resto para asegurarse de que comen bien y controlar en todo momento la evolución de su estado. Cada uno de ellos tiene nombre y es alguien en el Santuario, uno o una más de la familia.

Cabras, carneros y ovejas rescatadas

Las historias de los habitantes

Algunas de sus historias son realmente conmovedoras. Felipa es una cabra que vivía atada en un habitáculo de un metro cuadrado sin ver la luz del día. El tamaño del espacio únicamente le permitía dar vueltas. Cuando la rescataron y soltaron, Felipa solamente sabía caminar en círculos, pues es como toda su vida había andado dentro del metro cuadrado. Tuvo que aprender a caminar recto y todavía es algo miedosa, pero con el apoyo de los cuidadores cada día recupera un poco más la confianza en las personas.

Otro caso triste a la vez que esperanzador es el de Paola, una cerdita con problemas en las patas traseras. No puede ponerse en pie sin la ayuda de alguien que la empuje y la sujete. Cuando van a verla, se revuelve de felicidad, queriendo ponerse en pie, lo que le supone un gran esfuerzo, pero en su cara se ve la satisfacción cuando lo consigue. Muchos cerdos y cerdas con algún tipo de malformidad o enfermedad como Paola son rescatados vivos de contenedores a las puertas del matadero, porque a la industria ganadera ni tan siquiera les compensa su sacrificio y mueren vivos en los contenedores entre otros animales muertos.

Toros y vacas en el refugio Santuario Gaia

Pepe es un burro gris precioso y joven que apenas podía caminar porque vivía encerrado y desatendido durante años. Sus cascos crecieron tanto que se deformaron y le generaron malformidades del hueso en las patas, produciéndole mucho dolor constante. Con las curas diarias que le dan en el Santuario Gaia ahora Pepe puede darse algún paseo por el recinto.

En el Santuario Gaia también aparecieron dos crías de jabalí cuya madre fue asesinada por los cazadores de la zona. Hoy en día viven felices en el refugio, junto con Megan, otra jabalí y los demás cerdos rescatados. Corren, brincan y son muy juguetones entre ellos y también con los humanos. Desde luego, tras nuestra visita no podemos decir aquello que de “los jabalíes son agresivos”. Al contrario, hemos visto ternura, amor y cariño en estos animales que nos olisqueaban la cara con sus húmedos hocicos y pedían caricias y mimos todo el rato.

Crías de jabalí y cerdos rescatados pastan felices en el refugio

Pero no todas las historias tienen un lado oscuro. A veces el refugio recibe animales como cerdas o vacas embarazadas. Por suerte, sus crías crecerán en libertad, pastando junto a sus madres y conocerán el amor y cariño de los humanos.

Más historias como estas están recogidas en el libro “Animales como tú” de Ismael López, el co-fundador de la Fundación Santuario Gaia, que puedes adquirir en su web.

Formas de ayudar

Voluntariado en el Santuario Gaia

Durante nuestra visita hemos podido comprobar lo bien organizado que está el Santuario Gaia. Cada voluntario tiene su rutina, su área y sus animales. El voluntariado vive en el propio refugio para el que hay habilitadas dos casas. Una de ellas es para los voluntarios extranjeros que vienen de programas europeos.

Para poder continuar con un órden y una organización óptima, las personas que desean ser voluntarias pueden hacerlo por un mínimo de 15 días. Son formadas en el cuidado de animales de granja y obtienen un certificado tras su finalización.

¿Quieres formar parte de esta experiencia? Infórmate aquí.

Corderos juguetones en el refugio

Donaciones y ayudas puntuales

Otra forma de ayudar son las donaciones recurrentes o aportaciones monetarias puntuales sin mínimo. Además, estos donativos económicos desgravan en tu declaración de la renta.

También puedes hacerte socio o socia para aportar una cantidad mensual.

Compras y regalos solidarios

En la tienda online encontrarás multitud de objetos y prendas desde llaveros, calendarios, ropa para adulto, niño o bebé, colgantes, pines, delantales, bolsas, mascarillas y demás. Es una manera de dar y recibir a la vez.

Toro rescatado de la ganadería

Haz correr la voz

Las redes sociales son una herramienta muy útil a la hora de darse a conocer. Por eso, compartir los perfiles sociales con tus amistades y contactos, como el perfil de Instagram @fundacionsantuariogaia, es otra forma de aportar tu granito de arena.


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