Te contamos cómo preparar una deliciosa pizza vegana
La pizza es una de esas cosas que encanta a muchos. Y no es para menos: además de estar deliciosa, tiene la ventaja de que pueden elaborarse montones de variantes. Entre ellas, por supuesto, también hay muchas veganas, y eso es lo que vamos a preparar esta vez.
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Algunas cosas que tener en cuenta antes de preparar la pizza vegana
Antes de hacer la pizza, vamos a ver algunas cosas que viene bien tener en cuenta para que el resultado sea el mejor:
- Nunca cargues demasiado la pizza. Si añadieras demasiados ingredientes la pizza apenas llegaría a crecer en el horno.
- Eso sí, una vez que la pizza ya esté hecha puedes agregar más cosas como aceitunas, germinados, brotes, zanahoria partida en tiras o aguacate fresco, entre otras.
- Hay un truco para que el queso vegano se funda mejor: pon gratinado suave o calor solo arriba durante los últimos cuatro minutos en el horno.
- Si quieres agregar patatas o boniatos a tu pizza tendrás que hacerlos primero (cocidos o al vapor), ya que quedarían crudos si los echaras tal como están.
Receta: pizza vegana
Vamos a preparar esta riquísima pizza desde cero, o lo que es lo mismo, haciendo nosotros mismos la base.
Los ingredientes que te vamos a dar para poner sobre ella son orientativos. Puedes agregar o cambiar todos los que prefieras.
En aproximadamente una hora y cuarenta y cinco minutos (hora y media de elaboración y un cuarto de hora de cocción) la tendrás lista.
Ingredientes (cantidades para unas cuatro raciones)
Para la base:
- Agua templada (una taza y media).
- Levadura de panadería (una cucharadita y media).
- 360 gramos de harina de trigo integral.
- Algo de sal.
- Un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Para poner sobre la pizza:
- Queso vegano (la cantidad que quieras).
- Unas rodajas de berenjena.
- Una taza de tomate triturado natural.
- Una cebolla mediana.
- Cinco tomatitos cherri.
- Albahaca fresca.
- Orégano fresco.
- Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Vamos a empezar por la base:
- Echa en un bol la harina, la levadura y una pizca de sal.
- Agrega el agua templada y mezcla todo bien.
- Deja que repose durante 10 minutos.
- Una vez pasado ese tiempo, pon la masa encima de una mesa previamente enharinada y amasa durante unos 10 minutos.
- Ahora que ya tienes la masa, forma una bola con ella.
- Unta aceite a través de toda la superficie de la bola de masa.
- Mete la bola en el bol. Tapa y deja que repose a temperatura ambiente hasta que veas que su tamaño se ha duplicado (por norma general, tardará una hora).
Mientras la masa reposa, puedes ir preparando lo demás.
- Corta la cebolla. Primero por la mitad y después en rodajas muy finas.
- Pon al fuego (medio) una sartén con algo de aceite y rehoga allí la cebolla con un poquito de sal. Déjala hasta que veas que va “sudando” y que después se consume el agua.
- Cuando eso pase, baja el fuego y deja que la cebolla se cocine durante una media hora. Eso sí, estate pendiente de que no tiene que coger demasiado color, tan solo pocharse y caramelizarse por sí misma.
- Corta la berenjena en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor.
- Pon estas rodajas en un escurridor con un poco de sal para que vayan soltando el amargor (paso opcional, pero así además quedarán más suaves).
- Deja las rodajas durante un cuarto de hora y límpialas después.
- Ponlas en la plancha o en el grill con un poco de aceite.
- Una vez pasada esa hora que la masa necesitaba para reposar, ponla en una superficie un poco enharinada y forma una bola con ella.
- El resultado debe ser una masa tierna, elástica y blanda con la que sea fácil trabajar y que además no se pegue a las manos.
- Aplasta la masa con las manos y vete dándole la forma de pizza deseada. Cuando la vayas estirando, añade algo de harina de maíz (también puede ser sémola de trigo).
- Pon cuidadosamente la masa sobre papel de horno y termina de darle la forma final.
- Cubre la masa con el tomate triturado y distribuye encima los demás ingredientes (menos la albahaca).
- Precalienta el horno (es importante que esté bien caliente) y pon después en él el papel de horno con la pizza poniendo mucho cuidado para no quemarte.
- Hornea a 250 °C a altura media con calor arriba y abajo durante un cuarto de hora aproximadamente o hasta que veas que está hecha a tu gusto.
Y ya tienes lista tu deliciosa pizza vegana. Ya solo queda sacarla, cortarla y disfrutarla. ¡Buen provecho!